MI PERFIL (Pensamiento Libre)
Siempre es grato comunicarme con ustedes, de seguro nos encontraremos en una de mis cronicas o relatos que tanto les agrada...
Atentamente...
Periodista, Jaime Acuña Sotelo.
LA DIABLADA, DE LOS ANDES PARA EL MUNDO
AGONÍA DE AMOR. (POESÍA VIVA)
CIEGO AMOR.
LAGRIMAS DE UN ROBLE
NOSTALGIA HERIDA
BAJO LA PENUMBRA DE TU SOMBRA.
SAN VALENTIN
LA ESENCIA DE TUS RECUERDOS
El miedo recorre por mis venas, acorrojandome en el ayer, dejando un leve suspiro a la esperanza.
El amor que un día nos unió, hoy quiere deshacerse, dejando a que el odio y la envidia se arrebate ganando una batalla más en nuestros corazones.
_“Enséñame a amar como tu algún día me amaste”, palabras que retumba mi alma acaudalado entre sombras y tinieblas.
Una lagrima recorre y un pétalo de vida se cae, desvaneciendo las esperanzas de vivir y de morir algún día en tus brazos, una pluma y un tintero son el fil testigo de mis penurias, con ella escribo en cada lagrima caída, tu nombre que se impregna día a día entre mis recuerdos, ganando cada batalla tan solo en mis pensamientos.
Cada rincón, tiene tu esencia, cada palabra construida por los dos, tiende a salir de mis labios inesperadamente, camino a la deriva, sin rumbo, lerdo y paciente son mis pasos al caminar por aquellas calles que un buen día significo el comienzo de una ilusión.
Amor, solíamos decirnos, te adoro, sin ti no sé qué haría, palabras que el viento se lo llevo.
Como olvidarte, si contigo construí un mundo ideal, un mundo en el cual tú y yo solo pertenecíamos, un lugar donde el tiempo nunca pasaba, donde el cielo era el límite, donde el sol solo nos iluminaba, de la mano solíamos estar, dándonos valor en cada adversidad.
Llenos de emoción corríamos a nuestro encuentro y dejábamos que el miedo se destruirá construyendo en aquellos momentos, páginas de amor, de fortaleza y de unión.
Anoche soñé con tu presencia, imagine que todo era un sueño, donde el odio, la envidia, los celos y discusiones absurdas se destruían, tú como siempre radiante, sonriente y con palabras exactas para un nuevo día.
Si escucharas mis suspiros, sabrías el significado de lo que mi alma te quiere decir, si tan solo escucharas mis pensamientos, te darías cuenta que lo absurdo e incomprendido, es minúsculo ante todo el amor que te tengo, si tan solo imaginaras el dolor que hoy siento, tendría significado tantas líneas perdidas en nuestros recuerdos.
Lic. Jaime Acuña Sotelo
Huaraz, encanto de una ciudad junto al cielo
Partimos muy temprano en la mañana y mientras avanzamos al cimbreante ritmo de las curvas del camino, los metros sobre el nivel del mar van aumentando. El contador se detiene en 3,091 msnm. Al fin hemos llegado a Huaraz.
No bien bajamos del bus un enjambre de vendedores de tours nos jala de uno a otro lado tratando de que oigamos sus ofertas. Fue toda una hazaña pasar por en medio de ellos y seguir nuestro camino, aunque varios amigos nos habían recomendado comprar los tours antes de viajar o, como última solución, comprarlos a alguno de estos persistentes vendedores. Decidimos que sean los aires de la ciudad los que dicten la ruta. Ahora, hay que buscar un hospedaje de acuerdo a nuestras posibilidades.
La oferta hotelera es bastante variada. Si se cuenta con poco presupuesto se puede optar por un hospedaje para mochileros (bastante económicos y distribuidos por toda la ciudad). Algunas veces tendrá que compartir la habitación con otras personas. Si esto no es un problema puede ser una buena oportunidad para hacer amigos y compartir información sobre lugares a conocer. Si está buscando algo más de privacidad también se puede encontrar hoteles que brindan todas las comodidades.
Decidimos quedarnos en un hospedaje a dos calles de la Plaza de Armas. El sol no se había ocultado todavía y una vez instaladas decidimos ir a dar una vuelta por la plaza. Gente por todas partes, hablando idiomas que no siempre se pueden reconocer,caminan de un lado para otro. Mochilas al hombro, llevan sus vidas encima, cosas que han ido recolectando por todo el mundo. Los viajeros han invadido la ciudad y Huaraz parece ahora un pequeño reflejo del Cusco, donde gente de todo el mundo confluye para admirar sus paisajes, desafiar su geografía y terminar las jornadas en uno de sus animadísimos bares o pubs.
Grito del alma desde el cielo
Amanece y no logro despertar, mi sueño es muy profundo y solo en mi imaginación puedo ver la luz que acaricia cada parte de mi alma, no sé qué pasa, ayer vi a mis seres queridos, como también mis amigos que siempre estaban conmigo, hoy solo veo sombras y reflejos.
Me reflejo en los ojos de mi familia, en la bondad de mi madre, en el corazón de mi padre, en el alma de mi novio, y en el cariño de mis amigos. Me refugio en ellos para no llorar, por ahora solo veo que todo es puro y tinieblas por despejar, pero me ahogo cuando no veo a nadie a mi alrededor.
Mi corazón se estremece y le da escalofríos, pienso lo peor, pero una voz interior me consuela y me dice “’No te preocupes estás conmigo”. No sé quien me habló pero tranquilizó mis miedos.
Ayer escuché ‘’ ¿chinita te sientes bien?’’, ‘’ ¿quieres que te traiga algo?’’, hace unos meses escuché, ’’ no llores Gladis ya todo pasará’’, hoy solo escuché el retumbar de mi corazón y una voz que no paraba de decirme que todo va estar bien.
Qué extraño hoy me siento mejor, no hay dolor, ni lagrimas que antes brotaban por mí. Me siento bien, el cáncer se acabó, mi voluntad pudo más, vencí a esa horrible enfermedad. Pero ahora, Dios mío para que mi felicidad sea perfecta, llévame a mi casa quiero despertar y decirle a todos que ya todo se acabó.
¡Qué lamentable!, grito y grito y no escucho respuestas.
Suspiré profundo, poco a poco y lentamente mi alma escuchó lo que ya creía suponer.
- Hija amada tu voluntad, bondad y cariño, vencieron tu agonía. Hoy estás en el cielo, muchos lloran tu partida ya que dejaste un gran vacío para quienes te conocieron
- Gladis no llores, por favor no llores…
Gladis, hermana y amiga siempre te llevaremos en nuestro corazones.
Escribe, Periodista Jaime Acuña Sotelo
Apurímac – Aymaraes
Lugares extraños en un mundo de alegría y de nostalgia, suspiros a la deriva, vientos entre quebrantados con aroma a queso, maíz y quinua, los cerros despiertan mi curiosidad al ver un mundo de agricultores que como hormiguitas trabajan diariamente.
Es el va y ven de todos los días, el refugio a la pobreza pero ricos en agricultura, hacen de ellos alguien especial, niños esperanzados juegan y ríen con riachuelos a orillas de su realidad, ellos son los refuerzos de la esperanza, el bastón de la familia, los pequeños ayuda incansablemente hasta ahogar sus más inocentes fuerzas, lloran, sufren, cantan, ríen entre montañas que escuchan su voz diariamente.
Mientras el ganado, oveja o bacas encaminan su rumbo hacia los cerros donde vivirán y invernaran hasta el nuevo amanecer.
Parpados helados, cuellos abrigados un sombrero de paja y ojotas viejas y gastadas son parte del día a día del poblador Aymarino, mi pasos se asemejan a los de ellos, mi rasgos son similares, es que este pueblo guardan raíces que por años te envuelven y se dejan ver a simple vista al encontrarse contigo mismo en tan majestuoso paraíso.
Estoy en un mudo distinto, temor y cariño son lo que siento, indagar, preguntar causaría una incomodidad para muchos, lo que pasa es que por naturaleza el poblador es noble de corazón y te extiende la mano cuando mas lo necesites, pero también siente mucha remesa cuando lo maltratan o lo marginan por su situación actual, conlleva un anticuerpo para los de la ciudad y yace un resentimiento creado ingenuamente.
Más tarde se hace de noche, el cielo se apaga sin dejarnos ver nada, mis pasos fueron vistos por pobladores, no falto uno quien me diera acogida y buena voluntad para seguir con esta aventura.
El mensajero está de viaje, no hay cartas que mandar, no hay forma de comunicarse, tan solo miro al cielo y en mis pensamientos digo a mi familia, _estoy bien no se preocupen mi alma se purifica, mi cuerpo se fortalece y mi corazón ya es Aymarino.
El amanecer es impresiónate, pajarillos cantando, un cielo azul con nubes perdidas, La helada me acoge en un umbral de las 6 de las mañana, recorro el pueblo, lo más vistoso y agradable, su iglesia, la plaza de armas, pequeña pero acogedora y su gente, por el camino saludo a todo el mundo sin diferenciar a nadie, los sombreros se levantan en reverencia de saludo, lo labios resecos y cortados toman vida en las mujeres de aquel pueblo al responder mi saludo, con cámara en mano es difícil de no verme, y casi imposible pasar desapercibido, la aventura se aventuraba cada día mas, cabe recalcar que los españoles tuvieron que ver mucho con estas costumbres, iglesia, el catolicismo, la lengua española, y sus costumbres taurina.
En cada lugar y población hay un santo referencial de cada pueblo, santo que año a año se a echo costumbre venerarla en fechas estratégicas, el manto de sus costumbres envuelven al turista o forastero, para engalanarlo con tan majestoso paraíso.
El viento recorre, mi alma se deja llevar por ellos, mi aventura sigue rumbo, mientras que mis ganas de descubrir sigue en marcha, por mi largo caminar, el pueblo ve en mi un amigo mas, descubro y fortalezco mis dudas entre gente como yo, humilde y trabajadora, seguiré los paso de este lugar para después acorrojarme entre las faldas de sus costumbres y seguir relatando una maravillosa aventura.
Escribe el Periodista: Jaime Acuña Sotelo
Agonía entre Rejas
Perdido entre mil preguntas, escribo para no olvidarte, perdido entre mil excusas escribo para recordarte.
_Amada mía, te extraño mucho, no puedo dejar de pensar en ti, tu presencia fortalece y da vigor a mi existir, la esencia de tus recuerdos ha quedado impregnado en mí, Aroma de mujer que con tus encantos me engatusaste para dejarme perplejo y embriagado de tu amor.
Aroma de mujer, tentación bendita, musa e inspiración de mi alma, fruto de nuestro amor nuestro retoño.
_ ¿Por qué no te escuche? palabras sabias salían de tus labios, cuando me aconsejabas y me pedias a gritos salir de ese mal paso, en ese entonces la honestidad y la honradez tan solo era una ironía en mi vida. ¿Por qué no te escuche?
_ A tus reclamos lo único que atinaba a decirte era ¡Entiende por favor, todo lo hago por nuestro hijo! frase que refutaba con la impotencia que mi puño reflejaba al responderte.
Incomprendido ante la sociedad, amante de lo ajeno, en antaño, corría las calles sin medir el peligro, me sentía dueño de la ciudad dañando y golpeando personas ajenas a mi realidad, siempre escondido en las esquinas, capucha o gorra que tapaban mi rostro, dos polos para despintar al agredido, zapatillas para correr y una punta o cuchillo para asustar y lograr mi objetivo, ahogaba mis penas y celebraba entre vasos de licor, es casi imposible vivir sin el bendito alcohol, noches de rumba y de parranda, tarareando boleros y pasillos que junto a mis amigos cantábamos, ya con el alcohol en las venas renacían sentimientos de lo más profundo de mi alma, en la etiqueta de la cerveza , al reverso, atinaba a escribir lo que mi corazón dictaba, _madre tu que mediste la vida, mil disculpas debería de darte, mi vida y el desprecio de la gente hacen de mí una porquería, ahora tu cabello es color plata, canas que una a una fueron construidas por mi culpa, lágrimas de madre, consejos despreciados por mi mala vida, vendiste tu alma entera por mí, las arrugas de tu rostro fueron en vano ya que el tiempo hiso de este servidor un haragán y un problema en esta maldita sociedad. Desahogarme y maldecir era una costumbre, el licor había hecho efecto ya como costumbre sacaba una punta para dejar huellas en mi brazo como símbolo de dolor y agonía, cortándome y dejando que mi sangre derrame para después despertar y ver una herida marcada, una huella que en un momento quiso ahogar un dolor, pero lo único que logro fue hacerme ver que tan desdichada solía ser mi vida.
Miro mi desdicha entre cuatro paredes, hundiéndome entre lágrimas de dolor y de impotencia, Despierto y vuelvo adormir, duermo y despierto sin respuestas, vivo impregnado de los recuerdos, leo y releo las primera cartita que mi hijo me mando cuando tenía 6 añitos, _papi te extraño mucho, mi mami dice que estas de viaje, ¿cuando vuelves? me haces mucha falta, tu angelito que te quiere y te ama Joseph. Mil lágrimas recorren, mil suspiros ahogan y despiertan una esperanza, levanto mi voz agarrando fuertemente los barrotes de mi celda aclamando ¡libertad!, ¡libertad! divulgando y proclamando ¡una oportunidad más!, mis gritos son escuchados y requintados a la vez.
Mis líneas prosiguen su camino, escribo para seguir viviendo, acaricio tu presencia en cada palabra o párrafo escrito, alimento mi fe pronunciando tu nombre, _amada mía, amor de mi alma, ante todas las adversidades nuestro hijo y tú siempre están a mi lado, contra todo siempre los resguardo, ya que sus fotos esta siempre al costado de mi corazón. Ahí donde palpita la ilusión de volver a verlos. Allí donde palpita la emoción poder tenerlos.
Agonía entre rejas, sería el título de mi desdicha, tratando de sobrevivir ante gavilanes que ahuyentan mi felicidad. muriendo de a pocos en esta cruel realidad, defendiéndome, protegiéndome de muchos para no desistir y seguir en pie, tratando que mi nombre suene entre rejas para tener respeto y alimento para el siguiente día, morir sería muy fácil, dejar que la sangre corra y nublarme para siempre seria estúpido, quiero vivir y triunfar al lado de los míos. "La vida es tan solo un pergamino de ilusiones" donde el que sigue adelante consigue su objetivo y el que desiste es devorado y enterrado.
_Mi corazón, es tan fría esta celda y tan peligrosa los pasillos de mi cárcel que abecés tengo miedo de perderlos, mi amor, cada pedacito de ti lo tengo entre mis venas, mi piel esta tatuada con tu nombre y el rostro de nuestro hijo está impregnado en mi corazón, amada mía, esta carta no sé si la leerás, ten presente que día a día lucho por verlos, una prisión que aleja mis ilusiones y se empapa de maldición.
Un día más sin verte, acaudalado entre cuatro paredes me impregno en los recuerdos para no olvidarte, líneas que son el comienzo de mi desdicha, ahogado entre tinieblas , día a día escribo mi agonía entre rejas.
Para: La luz que ilumina mi alma.
De: Quien te ama entre rejas
Escribe: lic. Jaime Acuña Sotelo